Jean, Phillipe, José y Rafa, compañeros del
Club de Cata de Santander, se presentaban al concurso de Vila Viniteca de cata
por parejas, y como sabes, hemos estado haciendo unas series de entrenamiento
para ello. Fruto del intenso trabajo llevado a cabo ha dado los frutos de
volver a traerse el título de campeones. El año pasado Jean y Phillipe fueron
los campeones, este año ha sido el turno de José y Rafa. Impresionante si
tenemos en cuenta que participaban 130 parejas y que cataron en la final los
siguientes vinos:
- Jacques Selosse Ambonnay Le bout du Clos Blanc de Noirs Grand Cru Extra Brut. AOC Champagne.
- Newton Johnson Wines Chardonnay 2014. Walker Bay.
- Domaine Du Collier Saumur Blanc 2012. Saumur.
- Compañía de Vinos Telmo Rodríguez As Caborcas 2012. DO Valdeorras.
- Clos Des Papes Châteauneuf-Du-Pape 2013. Châteauneuf-Du-Pape.
- Chateau Musar 1998. Bekaa Valley. Líbano.
- Salvador Poveda Fondillón 1987. DO Alicante
Se puntuaba acertar variedad de uva, DO,
bodega, añada y vino concreto entre otras cosas.
Enhorabuena a los ganadores porque tiene mucho mérito enfrentarse a estos vinos y acertar algo.
La semana pasada hicimos la tercera y última sesión
de entrenamiento. El motivo fue vinos del Loira, y como siempre fue excelente.
Y también como siempre, Jean coló un vino trampa.
Empezamos por un vino que estaba bastante rico.
Phillipe nos habló de la tipicidad de la uva Chenin. Una clase magistral en
breve tiempo hablando de la afección del tipo de suelo de la zona al sabor del
vino. En nariz daba toques a manzana verde y tenía una acidez y equilibrio
bastante buena. Fresco en boca y bastante rico. Les Argiles 2013 de François
Chidaine (www.francois-chidaine.com), de Vouvray.
El segundo vino resultó muy raro. A mí me olía
y sabía a esos Verdejos que te ponen en cualquier bar cuando cometes el error
de pedir uno. Hubo otra opinión de ser un albariño pasado, pero todos de
acuerdo en que no era del Loira. Resultó ser un Chenin Blanc sudafricano.
Longridge Blanc 2014 de Longridge (www.longridge.co.za),
Stellenbosch.
El tercer vino resultó francamente bueno. En
nariz estaba fenomenal con un aroma muy equilibrado. En boca la acidez estaba
muy bien también. Un vino bien hecho. Una bodega clásica en nuestro Club, Domaine
Huet (www.domainehuet.com). Éste era
Le Mont Sec 2012 de Vouvray.
El cuarto vino….ay, ay. Jean nos quiso
trampear con este vino, pero hubo un problema. La botella estaba mala, y
aquello olía fatal. Hubo varias descripciones al efecto, pero todos coincidíamos
en que olía a vómito. No puedo decir cómo sabía porque ni siquiera lo puse en
boca. Resulto ser un txakoli de Alava, de Amurrio concretamente. Uno 2013, de
Bodega Goianea.
El quinto vino fue espectacular. Tenía el
mismo equilibrio y acidez que el tercero pero tenía un poquito más de amargor y
recorrido. Ligeramente dulce, con una acidez fantástica. Para mí la estrella de
la noche, tanto que me llevé una botella, que además era la última que le quedaba
a Jean. Domaine de Bellivière Les Rosiers 2006, de
Jasnières (www.belliviere.com).
Excelente.
Para compensar la botella que salió mala, Jean
nos ofreció un vino tinto. Un Cabernet Franc de Chinon que estaba bastante
rico. Bernard Baudry 2012 (www.chinon.com/vignoble/bernard-baudry/).
Una vez terminada la sesión de entrenamiento, los
cuatro valientes que quedábamos fuimos a La Bodega Cigaleña, uno de los restaurantes
estrella de Santander. Sobre todo si a uno le gusta el vino. Tiene parte de
exhibición con botellas añejas y además ofrece una gran variedad de vinos en su
carta y en su barra. Vinos que no encuentras en ningún otro sitio. No ya los
típicos Riojas, sino que puedes pedir en la barra un Borgoña, un Sauternes, un
vino cántabro o un vino de la zona de Irouléguy. Tú que me lees sabrás entender
que no te cuente lo que pasó allí. Hay cosas que es mejor que no se sepan, y
que lo que ocurrió en La Cigaleña se quede en La Cigaleña.
1 comentario:
Felicidades para los campeones.Tanto entrenamiento tiene su recompensa.
¿Los detenidos por el streaptease en la Cigaleña erais vosotros?
Publicar un comentario