miércoles, 9 de abril de 2008

La Cofradía Al Ataque

Esta vez no íbamos a conformarnos con poco, no señor. Esta vez íbamos a por todas. Así que el tema elegido fue Prioratos.
 
Primero un poco de vino blanco, para abrir boca:
 
1. Viña Tondonia 1987. Rioja. Un vino muy especial que había probado un par de años atrás y que entonces estaba esplendido. Paseando por Castro encontré un par de botellas que llevaban escrito "La Cofradía", así que las cogí. Fue la primera en caer, y desgraciadamente, estaba un poco caído el vino. Desilusionados, no vamos a decir que no, a pesar de que dejaba ver que había sido un gran vino, pero su buen momento ya había pasado. Una pena....
 
2. Naia 2006. Un blanco de Rueda, dicen los expertos que entre los mejores blancos españoles, igual que el siguiente. Estaba muy bien, diferente a los Ruedas típicos de los bares, mucho más hecho y sir ser tan duro. Ligeramente amargo el postgusto.
 
3. Ossian 2006. Un verdejo de Segovia, que de momento es VT Castilla y León, aunque he visto por ahí que será Rueda ya. Más diferente que el anterior y para mi gusto, un tanto peculiar. Rico, pero raro.
 
Entre los dos últimos hubo división de opiniones, aunque creo que más a favor del Naia.
 
Y llegó el momento que estábamos esperando todos. Los Prioratos.
 
La selección fue espectacular, y como todos gustaron, y mucho, no voy a hablar de cada vino, porque todos me enamoran, y uno de ellos es uno de mis vinos favoritos de siempre.
 
Empezamos por Finca La Planeta 2003 de Germans Pasanau. Seguimos con Embruix 2005 de Celler Vall Llach. Luego Les Terrasses 2004 de Álvaro Palacios y terminamos con Clos Martinet 2004 de Mas Martinet.
 
Aparte de que a todos se nos saltaban las lágrimas, vimos lo siguiente.
 
El Embruix nos pareció un poco cerrado todavía, de esos que el año que viene estará estupendo pero este año está todavía demasiado recio. El 2003 y el 2004 que ya conocía estaban más hechos que éste.
 
El Pasanau causó sensación. Al ser de 2003 estaba suave, dentro de lo suave que puede ser un Priorato.
 
Las dos estrellas de la noche fueron Les Terrasses y el Clos Martinet. Les Terrasses es de mis favoritos, pero casi ni se notaba la diferencia con el Martinet. Tenía muchas ganas de probar este último y me gustó mucho Recio, goloso, muy aromático, un vino muy bien hecho.
 
Un aviso: nosotros somos casi profesionales y estamos acostumbrados, pero no prueben esto en casa. Cuatro Prioratos seguidos requieren un estómago a prueba de bombas. Y no conducir luego, claro. Nosotros lo hacemos porque es nuestra obligación, pero creo que catar más de dos Prioratos es demasiado. Dos es un buen número. Luego, otro vino más ligero. Un Rioja, quizá?

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