viernes, 4 de septiembre de 2015

Vuelta a las andadas

Tras un breve espacio de tiempo sin actividad, volvemos a la carga para hablar de nuestro amigo el vino.
  
Recientemente he tenido el placer de conocer a Jean Marcos, de la tienda La Ruta del Vino de Santander @larutadelvino1. Entre otras actividades, organiza catas y ayer tocó una bastante interesante. Se trajo de Jerez a Armando Guerra, de la Taberna Der Guerrita @DerGuerrita, quien nos deleitó a los asistentes con su pasión y conocimiento del vino del Marco de Jerez.


Vaya por delante que nunca he sido un apasionado de los vinos de Jerez, con la salvedad del Pedro Ximénez, que me apasiona. Breve inciso aquí para destacar el Ximénez-Espínola que probamos recientemente y que hizo que se nos saltasen las lágrimas mientras apurábamos las últimas gotas de la copa. Por cierto, en Casa Cañadio de Santander también, @canadio1010. Espectacular casa de comidas en el centro de la ciudad. Gran calidad de la comida, gran calidad de la bebida y muy atento su personal.













Vinos de Jerez. Ahora ya sé que hay fino, manzanilla, oloroso, palo cortado y amontillado. Guerrita nos habló de los nuevos vinos de Jerez, innovadores como los que hace Luís Pérez de crianza biológica y también de los clásicos de crianza oxidativa. Una lección magistral en ambas. También nos ofreció un estupendísimo PX de Ramiro Ibáñez que saldrá al mercado en breve.





















Los amontillados, olorosos y palo cortado me resultaron muy interesantes. No tanto los finos y manzanillas, quizá porque los conozco menos. Probamos también un vino blanco de Navazos Niepoort de 2010 que estaba bastante rico. Guardé un poquito en la copa y cada cierto tiempo comprobaba su evolución y resultaba muy interesante apreciar los cambios. Al final terminé lo que quedaba y fue muy agradable. Equipo Navazos también tiene un cava hecho con Colet que resultó toda una sorpresa para mí.



Una manzanilla de añada 2012, de Callejuela, embotellado como 1/11, tenía su cosa también. Es un proyecto según el cual se embotella una solera cada año, siendo esta la primera que se hace. Así hasta llegar a 11/11 por lo que quienes tengan la suerte de probar las 11 soleras serán unos afortunados.













Cayó también un Amontillado viejo de Delgado Zuleta muy rico y un Palo Cortado de 12 años muy sabroso. La velada terminó con un Amontillado viejo de Terán Álvarez que debió cobrar vida cuando los americanos estaban desembarcado en Normandía o incluso antes. Apuré la copa hasta la última gota por ser algo tan especial, y aunque estaba rico resultaba extremadamente potente y salino.














Probamos también un Fino en rama Tío Pepe de González Byass, una Manzanilla en rama de Solear de la saca de primavera de 2015 y otra Manzanilla de primera saca de 2010 de Sacristía de Antonio Baratillo.






































Las explicaciones de Guerrita fueron toda una lección magistral como hemos dicho. Desde los viejos tiempos hasta la actualidad, la forma de elaboración, la crianza biológica y la crianza oxidativa, los mostos, las soleras, la flor….conceptos propios de la zona que han hecho que me pique la curiosidad por aprender más sobre ellos. Y quien sabe, quizás algún día me empiezan a gustar estos vinos. De momento habrá que pensar en visitar Sanlúcar de Barrameda y localizar esa Taberna escondida desde 1978. Y mientras tanto que no nos falte el PX, que el Gran Reserva de 1985 de Toro Albalá se nos acabó hace tiempo.

Muchas gracias a Guerrita por tanto conocimiento y buenas transmisión.

Y ahora, preparándome para la próxima cata de Jean Marcos: vinos de Borgoña el 1 de octubre. Interesados, apuntarse ya.